Cada costura nos define, explica por qué somos de la manera que somos y por qué actuamos de una manera u otra. Es lo que nos aleja y a la vez nos aproxima a la vida. Sin embargo, siempre evitamos desvelar nuestras costuras, tratamos de esconderlas del resto del mundo y convertirlas en algo únicamente nuestro. Quién sabe por qué lo hacemos.
Quizá asuste que el mundo sepa los motivos qué nos han convertido en lo que somos; quizá, simplemente, no los vayan a comprender; pero, quizá, lo que realmente nos de miedo es que los vayan a entender y que las costuras que estaban bien cerradas, vuelvan a abrirse nuevamente.
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