Parémonos a pensar en las personas:
son buenas,
son ambiciosas,
las hay enamoradizas
y las hay deprimidas
Algunas cambian
y otras se marchitan buscando motivos y razones,
Al fin y al cabo,
son músculos, huesos y carne.
Yo me parezco más a los corazones.
A mi me gusta más estrellarme.
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